"Siempre fui muy activa, pero después del entrenamiento, el olor de mi sudor era insoportable, incluso con desodorante en barra. Un nutricionista me recomendó clorofila líquida. Empecé con una cucharadita al día y, en menos de una semana, noté que ya no olía tan fuerte. Ahora lo tomo religiosamente antes de mis rutinas y hasta mi pareja lo ha notado. ¡Increíble!"